A medida que vamos creciendo, vamos aprendiendo de nuestro entorno, desde muy pequeños experimentamos nuevas sensaciones, descubrimos un mundo lleno de posibilidades, es el momento en el que somos capaces de captar y aprender de una forma vertiginosa…, gracias a la educación recibida de nuestros padres, profesores,  de las nuevas relaciones que forjamos…y de todo aquello que vamos experimentando.

El cerebro desde la primera semana de vida, aprende mediante la repetición de datos hasta que consigue memorizarlos, pero realmente no aprendemos  al memorizar, aprendemos al experimentar, al involucrarnos.

Para aprender, es necesario introducir algo nuevo para que el cerebro consiga despertar de su letargo.

Según diferentes estudios, el cerebro necesita sentir emoción para aprender, y esa emoción es procesada en el hemisferio derecho (relacionado con nuestro pensamiento creativo y la intuición).

Os dejo unos TIPS que nos ayudan a estimular nuestro cerebro de diferentes formas:

Trabajar en equipo ayuda en el desarrollo de habilidades sociales, se dice que un aprendizaje más cooperativo puede ayudarnos a mejorar nuestra empatía, eficacia y una escucha activa.

La visualización a la hora de aprender nuevos conceptos nos ayuda a activar la corteza, e impacta de una forma más eficaz en nuestro cerebro, de ahí que se estén introduciendo cambios en la educación, mediante la utilización de nuevas tecnologías, e imágenes audiovisuales e interactivas para motivar la atención y desarrollar otras formas de almacenar la información, no memorizada, sino aprendida.

Potenciar nuestros sentidos mediante el contacto con diferentes entornos, objetos, nos permite encontrar diferentes estímulos, otra forma de potenciar nuestro cerebro y aprender de una forma más rápida.

Como no podía faltar, la emoción también es clave, solo cuando nos emocionamos conseguimos conectar directamente con muchas zonas de nuestro cuerpo, ya que la información sensorial que experimentamos permite llegar hasta la amígdala, destinada a fortalecer recuerdos de una forma más asentada.

Por último, el practicar una actividad física que nos motive, o una actividad que nos divierta favorece nuestra plasticidad neuronal, que sin duda, es una de las mejores formas para establecer nuevas conexiones neuronales, por ello es tan recomendable que los niños o los adultos desarrollen fuera del colegio o el trabajo otros hobbies personales.

¡Espero que os ayude a mantener el cerebro activo y que os permita comenzar nuevos caminos y retos en vuestra vida!

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